Hemos revelado nuestro primer carrete, tenemos nuestra hoja de contactos y nuestro laboratorio está listo para pasar a la acción. Vamos a positivar nuestra primera copia.

En el post sobre positivado de la hoja de contactos pasamos por alto los elementos de la ampliadora, ya que al positivar por contacto no es necesario tener en cuenta aspectos como la apertura o el contraste. 

La ampliadora fotográfica

La ampliadora nos permite, utilizando un condensador o difusor, obtener una imagen ampliada y positiva del negativo .

Normalmente está compuesta de: 

• una bombilla
• un condensador que permite concentrar la luz sobre el negativo o un difusor que la distribuye uniformemente
• un portafiltros que permitirá variar la temperatura de color de la luz y por tanto el contraste de la copia
• un portanegativos donde se coloca el negativo
• un objetivo que suele ser intercambiable, que igual que en las cámaras nos permite utilizar distintas aperturas modificando así el tiempo de exposición y la nitidez. 
• Rueda de enfoque, nos permite enfocar la imagen
• Maneta regulación altura, nos permite modificar el tamaño de la imagen. 

Positivado de copias: paso a paso

1º) Coloca la imagen que quieres ampliar en el portanegativos. 

2º) Regula la altura de la ampliadora según el tamaño de la copia que quieres obtener.

3º) Enfoca con la lupa (la imagen estará enfocada cuando en la lupa se distingan pequeños granos).

¡Ojo! La imagen está enfocada para la altura que habías definido, si ahora cambias la altura tendrás que volver a enfocar. 

4º) Establece la apertura del objetivo, en principio, cuanto más cerrado mejor, ya que nos dará copias más nítidas.

5º) Decide el tiempo de exposición realizando una (o varias, en realidad) tiras de prueba.

Algunos fotógrafos utilizan una única tira de prueba más grande sobre una parte mayor de la foto y dándole distintos tipos de exposición, luego comparando cuál es la correcta.

Yo prefiero hacer una única tira a un tiempo determinado e ir ajustando el tiempo de exposición sobre esa tira. 

Prueba las dos maneras y decide cuál es tu preferida. 

6º) Revela la tira de prueba.

7º) Examina la exposición.

¿Cómo saber si la exposición es correcta? Esta es la parte complicada, la teoría dice que tiene que haber algo de negro puro, algo de blanco puro y una gama de grises, además los negros y blancos tienen que tener detalle.

Con todo esto, al final tienes que dejarte llevar por tu intuición y por tu gusto estético. 

Si has probado con varios tiempos de exposición y la imagen sigue estando gris, es hora de utilizar los filtros multigrado de contraste.

Los filtros de contraste nos permiten modificar el contraste de los negativos de menor a mayor.

Se utilizan en fotos planas, agrisadas y con poco contraste, el principal inconveniente es que los filtros de mayor gradación dan copias con mucho grano. 

Introduce el filtro que necesites (empieza por uno intermedio, el nº 3, por ejemplo) en el portafiltros y repite el proceso anterior hasta que encuentres el tiempo de exposición correcto.

8º) Una vez tienes la exposición correcta, expón y revela la fotografía completa.

Ahora el proceso de revelado del papel es más riguroso. Mantén la copia 1 o 2′ en el revelador, después en el paro durante 1′. Pasa la copia al fijador durante 10′ y por último lávala en agua durante 20′ y déjala secar.

¡Enhorabuena! ¡Acabas de imprimir tu primera copia!